Es cierto que es un plato presente en los menús de una enorme cantidad de restaurantes a lo largo de todo el país, porque tenemos la suerte de contar con una carne increíble en prácticamente cualquier región, pero nadie puede negar que Aragón está en primera fila en cuanto a carnes, y que las posibilidades van mucho más allá del ternasco, nuestro emblema en este área.
Nuestros chuletones en concreto, de gran calidad, los recibimos gracias a Cárnicas Pradel, una empresa establecida en Tardienta, y que en pocos años ha alcanzado un nivel excelente en todos los sentidos. Su principal convicción es el control sobre todos los procesos de la carne, frente a la producción masiva, en la que opinan se termina por perder la pista al producto, mientras que, aplicando su manera de trabajar, se supervisa desde el nacimiento, a la alimentación, pasando por la selección personal y la distribución a sus clientes, para que el grado de satisfacción sea máximo, y el trato, lo más cercano posible.
Desde luego, nuestra experiencia es muy positiva, y pensamos continuar trabajando con ellos, para poder seguir ofreciendo la misma calidad, lo que sumado a nuestra manera de preparar y presentar el plato, provoca siempre reacciones positivas, tanto al pedirlo como al verlo pasar, y que continúe como una de las referencias de nuestros menús.
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